
Ollanta Humala, expresidente de Perú, fue condenado a 15 años de prisión por lavado de activos, tras ser hallado culpable de recibir financiación irregular para sus campañas presidenciales en 2006 y 2011, tanto de Venezuela como de la constructora brasileña Odebrecht.
El Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional determinó que Humala aceptó fondos ilícitos provenientes de Venezuela y Odebrecht para sus candidaturas presidenciales. Su esposa, Nadine Heredia, también fue condenada a una pena similar. Aunque la Fiscalía había solicitado penas más largas (20 años para Humala y 26,5 años para Heredia), el tribunal redujo las condenas.
Ambos acusados han negado cualquier irregularidad en el manejo de sus campañas.
El fallo y la solicitud de asilo de Heredia
El fallo se produjo después de un juicio que duró más de tres años, dejando a Perú con otro expresidente condenado por corrupción, lo cual se ha vuelto una tendencia en el país. Humala, de 62 años, fue arrestado tras conocer la sentencia, mientras que Heredia, quien se encontraba conectada por videoconferencia, solicitó asilo en la Embajada de Brasil en Lima y fue aceptada, trasladándose después a Brasil.
Las razones de la condena
Ollanta Humala asumió la presidencia en 2011, tras perder en 2006. Durante esa campaña, se distanció de su inicial apoyo al modelo de Hugo Chávez, el cual generó controversia en ese entonces. Sin embargo, la justicia peruana halló que tanto en 2006 como en 2011, Humala recibió dinero de origen ilegal para financiar su campaña, incluida una transferencia de casi 3 millones de dólares de Odebrecht.
El tribunal halló que su partido, el Partido Nacionalista, incurrió en lavado de activos, creando una fachada para ocultar las contribuciones ilícitas, que incluían falsos donantes.
El papel del gobierno venezolano

En 2006, Hugo Chávez, presidente de Venezuela, mostró su apoyo a Humala. Este respaldo fue más allá del apoyo político y se tradujo en aportaciones financieras ilegales. Aunque la ley peruana prohíbe las contribuciones extranjeras a las campañas, el tribunal encontró pruebas de que Venezuela envió fondos a Humala, lo que se calificó como lavado de activos. Testigos indicaron que Nadine Heredia recibía maletines con dinero en efectivo de la embajada venezolana para financiar la campaña.
El dinero provenía de la empresa venezolana Kaysamak C.A., vinculada a Chávez, que transfirió 87.000 dólares al entorno de Heredia poco antes de las elecciones de 2006. A pesar de que Humala reconoció la existencia de estos fondos, insistió en que no fueron ilegales.
Durante el juicio, el fiscal Germán Juárez presentó pruebas de que el dinero llegó de manera encubierta, probablemente como sobornos para obtener contratos con Petróleos de Venezuela (PDVSA). Los fondos fueron introducidos al sistema bancario peruano para cubrir los gastos de la campaña.
El escándalo de Odebrecht
El escándalo de Odebrecht, que comenzó con la investigación de lavado de dinero en Brasil en 2014, reveló una red de sobornos y financiación ilícita de campañas políticas en toda América Latina. En Perú, varios expresidentes, incluido Alejandro Toledo, fueron acusados de recibir sobornos de Odebrecht, a cambio de contratos públicos. En el caso de Humala, se estima que recibió aproximadamente 3 millones de dólares de Odebrecht.
