La ley que Donald Trump invocó para deportar a cientos de venezolanos a El Salvador es la Ley de Enemigos Extranjeros (Alien Enemies Act), promulgada en 1798. Esta ley otorga al presidente de Estados Unidos la autoridad para ordenar la detención y deportación de ciudadanos de países con los cuales EE.UU. esté en guerra. La ley fue diseñada originalmente para prevenir el espionaje y sabotaje durante la Guerra de 1812, pero ha sido aplicada esporádicamente a lo largo de la historia, principalmente en tiempos de guerra, como durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Trump utilizó esta ley en 2025, alegando que los venezolanos deportados, a quienes acusó sin pruebas de pertenecer al Tren de Aragua (una banda criminal), representaban una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. La Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que el gobierno podía seguir utilizando esta ley para las deportaciones, aunque debe ofrecer a los migrantes la oportunidad de impugnar su expulsión, algo que no se les permitió en marzo de 2025.
La ley permite deportaciones rápidas sin necesidad de pruebas claras, lo que ha generado controversia, ya que no se han presentado evidencias de que los deportados estuvieran involucrados en actividades criminales. Este uso de la ley ha sido criticado por organizaciones como el Centro para el Progreso Americano, que considera que es un abuso de poder que atenta contra los derechos de los inmigrantes.
