
El levantamiento parcial del “cepo” cambiario en Argentina significa que las personas ya no están limitadas en la cantidad de dólares que pueden comprar oficialmente, lo que les permite acceder libremente a divisas sin impuestos ni restricciones mensuales, como sucedía antes. Este cambio fue anunciado por el presidente Javier Milei, quien criticó el “cepo” como una medida que nunca debió existir, ya que impedía el acceso directo al dólar, empujando a muchos a recurrir al mercado ilegal o paralelo.
El “cepo” había sido implementado en 2011 para proteger las reservas del Banco Central y controlar la inflación, que estaba relacionada con la subida del dólar. Sin embargo, las restricciones también crearon una economía paralela de cotizaciones, como el “dólar blue”, y desalentaron las inversiones extranjeras. A pesar de las medidas, la fuga de capitales y la inflación continuaron siendo problemas recurrentes.
El levantamiento de estas restricciones tiene un impacto importante tanto a nivel social como económico. Para los argentinos, el acceso libre al dólar significa mayor facilidad para proteger sus ahorros de la inflación, y también una simplificación en el proceso de compra de dólares. Sin embargo, esto genera incertidumbre sobre cómo afectará la cotización oficial, ya que, con el dólar flotante, la moneda argentina podría depreciarse aún más. El gobierno espera que la inflación no se dispare con la liberación del cepo, aunque muchos economistas temen un aumento en los precios debido a la devaluación del peso.

La medida también está vinculada a un préstamo de US$20.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que permitirá fortalecer las reservas del Banco Central antes de liberar el cepo. Aunque este préstamo aumenta la deuda externa de Argentina, Milei sostiene que es necesario para restaurar la estabilidad económica.
En resumen, aunque el levantamiento del “cepo” puede dar un respiro a la población y mejorar la percepción internacional sobre Argentina, también podría generar desafíos económicos a corto plazo, principalmente en términos de inflación y devaluación del peso.