Las “plantas zombi” que resucitan y resisten la sequía en todo el mundo.

Ciertas plantas tienen una asombrosa capacidad para sobrevivir largos períodos de sequía. Cuando se les rehidrata, parecen “resucitar” en pocas horas, un fenómeno que ha cautivado a los científicos, quienes lo están investigando para aplicar estos conocimientos en la agricultura frente al cambio climático.

Jill Farrant, científica de la Universidad de Ciudad del Cabo, se interesó por estas plantas desde su infancia en Sudáfrica, al observar cómo algunas de ellas parecían revivir después de largos períodos sin agua. Estas plantas pueden mantenerse sin agua durante seis meses o más, y aunque sus hojas se marchitan y se ponen quebradizas, al recibir agua vuelven a revivir rápidamente.

Aunque este fenómeno es común en musgos y helechos, algunas plantas con flores también poseen esta habilidad, lo que las convierte en un recurso valioso para futuras investigaciones agrícolas. Se estima que solo unas 240 especies de las más de 352,000 plantas con flores conocidas tienen esta capacidad.

Las plantas de resurrección, como la Selaginella lepidophylla, poseen un mecanismo que les permite sobrevivir a la sequía de manera extrema, reemplazando el agua con azúcares como la sacarosa, lo que convierte sus células en una sustancia viscosa que ralentiza las reacciones químicas. Esta transformación las lleva a un estado de latencia, y cuando se rehidratan, pueden recuperar su estructura y continuar con la fotosíntesis.

Los científicos creen que estos mecanismos podrían ayudar a los cultivos agrícolas a adaptarse a un futuro con más sequías debido al cambio climático. Sin embargo, aunque los cultivos tradicionales como el maíz y el trigo han sido mejorados para tolerar la sequía, los científicos buscan entender cómo replicar estas habilidades en plantas cultivadas de manera más eficiente.

El trabajo con los cultivos no solo se enfoca en los genes relacionados con la tolerancia a la sequía, sino también en aspectos como el microbioma de las plantas, que podría ser clave para transferir estas propiedades a cultivos más comunes.

Investigaciones recientes sugieren que activando ciertos genes presentes en las semillas de las plantas, los cultivos podrían volverse más resistentes a la desecación, sin necesidad de insertar genes de otras especies. Aunque aún queda mucho por descubrir sobre cómo activar estos genes, este enfoque promete ofrecer soluciones viables para la agricultura frente a los desafíos del cambio climático.

En resumen, las “plantas zombi” ofrecen una esperanza para el futuro de la agricultura, al ayudar a los cultivos a resistir sequías extremas, lo cual podría garantizar la seguridad alimentaria en un mundo con condiciones climáticas cambiantes.