
Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán en 2021, medio millón de armas han desaparecido, sido vendidas o contrabandeadas a otros grupos extremistas. La ONU ha señalado que algunas de estas armas llegaron a organizaciones vinculadas a al Qaeda. Los talibanes se hicieron con aproximadamente un millón de armas y equipos militares, en su mayoría financiados por Estados Unidos, lo que incluyó rifles M4 y M16, así como otras armas más antiguas de origen afgano.
La mayoría de las armas habían sido entregadas al gobierno afgano anterior. Al avanzar los talibanes, muchos soldados afganos abandonaron sus armas y vehículos, o simplemente se rindieron. Además, una parte del equipo fue dejado atrás por las fuerzas estadounidenses. En un informe de la ONU, se reconoció que al menos la mitad de este equipo se encuentra “desaparecido”.
El Comité de Sanciones de la ONU verificó que una gran cantidad de armas fue vendida o contrabandeada al mercado negro, con grupos como el Tehreek-e-Taliban Pakistán y el Movimiento Islámico de Uzbekistán accediendo a estos suministros. En respuesta, los talibanes negaron las acusaciones y afirmaron que las armas se almacenan de manera segura.
Un informe de la ONU de 2023 también reveló que los comandantes locales talibanes pudieron quedarse con el 20% de las armas, lo que fomentó un mercado negro de armas. Este tráfico sigue siendo una fuente importante de armamento para los talibanes.
El problema con el rastreo de estos equipos ha sido evidente, y las autoridades estadounidenses no han sido claras en cuanto a los detalles sobre el paradero del armamento. Incluso el presidente Donald Trump mencionó en su momento que el equipo abandonado podría haber sido vendido, pero la cifra que manejó fue cuestionada, ya que no se corresponde con las estadísticas internacionales sobre exportación de armas.
Tras su retirada, el Pentágono dijo que el equipo abandonado fue inutilizado, aunque los talibanes han logrado utilizar parte de este equipo, como vehículos Humvee y algunas armas pequeñas. Sin embargo, no tienen la capacidad técnica para operar equipos más sofisticados, como los helicópteros Black Hawk.
