EE.UU. exige a Colombia resultados en la erradicación de cultivos de coca.

El Departamento de Estado de Estados Unidos ha instado al gobierno de Colombia a intensificar sus esfuerzos en la erradicación de cultivos de coca, señalando que, aunque se han logrado avances en interdicción, estos no son suficientes para frenar el crecimiento de los cultivos ilícitos.

En su informe anual sobre la Estrategia Internacional para el Control de Estupefacientes, Washington reconoció el incremento del 14% en la incautación de cocaína en 2024 en comparación con 2023, así como un aumento en la confiscación de precursores químicos. Sin embargo, el gobierno estadounidense subrayó la necesidad de obtener resultados concretos en la reducción de los cultivos de coca.

A través de su cuenta oficial en la red social X, la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado declaró: “La Política Nacional de Drogas de Colombia tiene objetivos admirables, pero es momento de ver resultados. @infopresidencia, debido al récord de cultivos de coca, el gobierno necesita lograr avances inmediatos y tangibles en erradicación, para el beneficio y la seguridad de nuestras naciones. @CancilleriaCol”.

La postura de Estados Unidos refleja su creciente preocupación por la expansión de los cultivos de coca en Colombia, a pesar de los esfuerzos en interdicción. En respuesta, el gobierno colombiano ha defendido su estrategia integral contra el narcotráfico, que incluye la sustitución de cultivos y el desarrollo de alternativas económicas para las comunidades afectadas.

Sin embargo, la administración de Donald Trump ha insistido en la erradicación forzada como la vía más efectiva para frenar la producción de cocaína. Esta discrepancia en enfoques ha generado tensiones en la relación bilateral, aunque la cooperación entre ambos países sigue siendo clave en la lucha contra el narcotráfico.

El informe también destaca el trabajo conjunto con otros 60 países en la lucha antidrogas, incluyendo el control del tráfico ilícito y el combate contra el lavado de dinero. Pese a ello, la presión sobre Colombia podría intensificarse en los próximos meses para demostrar avances tangibles en la reducción de cultivos.

El gobierno colombiano enfrenta el reto de equilibrar las exigencias internacionales con su propia política de seguridad y desarrollo sostenible, con el objetivo de reducir la dependencia de las comunidades rurales del narcotráfico sin comprometer su autonomía en la toma de decisiones.