“¿Quién paga realmente el aumento en los aranceles impulsado por Trump?”

El aumento en los aranceles impulsado por Trump, en realidad, es principalmente pagado por los consumidores estadounidenses. Esto ocurre porque, aunque las empresas importadoras son las encargadas de pagar los aranceles, generalmente trasladan ese costo adicional a los precios de los productos que venden, lo que lleva a un aumento en los precios para los consumidores. Aunque el gobierno de EE.UU. sostiene que solo una parte de los aranceles se refleja en el precio final, muchos economistas y empresarios, como los de la Cámara de Comercio de EE.UU., han advertido que los aranceles pueden generar inflación al aumentar los costos de los productos importados.

La lógica detrás de los aranceles es que, al hacer más caros los productos extranjeros, se incentiva el consumo de productos nacionales. Sin embargo, como los EE.UU. dependen de muchas importaciones, sobre todo en sectores como el café, la electrónica y la automotriz, el aumento de los aranceles genera temores de que los consumidores terminen pagando más sin que necesariamente se logre aumentar la producción interna en esos sectores.

Además, aunque el gobierno de Trump insiste en que los aranceles ayudarán a equilibrar las relaciones comerciales y generar más empleos, diversos análisis han señalado que, en el pasado, los aranceles han tenido efectos limitados en la producción nacional y mayores consecuencias para los precios de los productos importados. Por ejemplo, tras los aranceles a China, los precios de productos importados subieron, y se estimó que el costo anual adicional para un hogar promedio en EE.UU. podría ser de más de $1,700.