Fabio Ochoa Vásquez, el menor de los hermanos que integraron el cartel de Medellín, regresó a Colombia el 23 de diciembre de 2024 después de pasar 25 años en una cárcel de Estados Unidos. Su historia está marcada por su estrecha relación con el narcotráfico, su vínculo con Pablo Escobar y su participación en hechos que definieron el crimen organizado en Colombia durante las décadas de 1980 y 1990.
De millonario a fugitivo
En 1987, la revista Forbes incluyó a Fabio Ochoa y a sus hermanos, Juan David y Jorge Luis, en su lista de los empresarios más ricos del mundo, atribuyéndoles una fortuna cercana a los 2.000 millones de dólares. Sin embargo, su riqueza provenía del tráfico de drogas y de su papel como figuras clave en el cartel de Medellín, una de las organizaciones criminales más poderosas de la historia.
La familia Ochoa no solo acumuló poder a través del narcotráfico, sino que también fue protagonista de episodios de gran impacto en Colombia. Uno de los más recordados ocurrió en 1981, cuando su hermana Martha Nieves Ochoa fue secuestrada por la guerrilla del M-19. En respuesta, los hermanos no solo se negaron a pagar el rescate exigido, sino que crearon un grupo armado conocido como Muerte a Secuestradores (MAS), el cual se convirtió en una de las primeras estructuras paramilitares del país. Este grupo no solo logró la liberación de Martha Nieves tras 92 días de cautiverio, sino que también dejó una huella de violencia en el país.
A finales de los años 80, el cartel de Medellín, encabezado por Pablo Escobar, emprendió una sangrienta guerra contra el Estado colombiano en un intento de evitar la extradición de sus miembros a Estados Unidos. Como parte de esta lucha, se formó el grupo “Los Extraditables”, del que Fabio Ochoa también era parte, y que tenía como lema: “Preferimos una tumba en Colombia a una celda en Estados Unidos”.
Entrega y primera liberación
Ante la presión de las autoridades y el endurecimiento de las políticas contra el narcotráfico, los hermanos Ochoa optaron por entregarse en 1990 a cambio de no ser extraditados. Pasaron algunos años en prisión, pero fueron liberados en 1996 con la condición de no volver a participar en el tráfico de drogas.
Sin embargo, Fabio Ochoa no cumplió esta promesa. Según las autoridades estadounidenses, tras recuperar su libertad, volvió a involucrarse en actividades ilícitas, ayudando a carteles mexicanos a enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos. Como resultado, en 1999 fue arrestado en Colombia y, tras un largo proceso judicial con múltiples apelaciones y una campaña mediática en la que se declaraba inocente, finalmente fue extraditado en 2001.
25 años en una prisión estadounidense
El juicio en Estados Unidos concluyó con una condena de 30 años de prisión por narcotráfico. Sus abogados y familiares emprendieron una batalla legal para reducir la pena, pero Ochoa terminó cumpliendo 25 años antes de ser liberado a principios de diciembre de 2024.
Durante su tiempo en prisión, su historia y la de su familia sirvieron de inspiración para series y películas sobre el narcotráfico, como “Narcos” y “Pablo Escobar: El Patrón del Mal”.
Regreso a Colombia
Ahora, tras recuperar su libertad, Fabio Ochoa ha vuelto a Colombia, donde no enfrenta procesos legales pendientes. Aunque su futuro es incierto, su historia sigue siendo un reflejo de una de las épocas más violentas y turbulentas del país, marcada por la guerra contra el narcotráfico, la corrupción y el impacto de las organizaciones criminales en la sociedad colombiana.
