
Tras una operación de inteligencia que se extendió por más de un mes, las autoridades lograron capturar en Cartagena a Emanuele Gregorini, alias Dollarino, uno de los criminales más buscados por la Interpol y líder de la mafia italiana en América Latina.
La Policía Nacional informó que Gregorini, quien era requerido por un tribunal de Milán por delitos relacionados con el crimen organizado, operaba en Colombia con un perfil discreto, evitando llamar la atención. Se hacía pasar por un turista y solía recorrer la ciudad vestido de manera sencilla, sin dispositivos de seguridad visibles.
Sin embargo, investigaciones revelaron que sostenía encuentros clandestinos con narcotraficantes locales para coordinar el tráfico de cocaína desde Colombia, Panamá y Brasil hacia Europa. Para ello, utilizaba un apartamento alquilado como base de operaciones y solía desplazarse a pie hasta bares poco concurridos donde se reunía con sus socios.
Las autoridades establecieron que Gregorini actuaba en nombre de la “santa alianza”, una coalición criminal entre las mafias italianas Camorra, Cosa Nostra y ‘Ndrangheta, con el objetivo de fortalecer el tráfico de drogas hacia Italia y consolidar su control sobre el mercado europeo de narcóticos.
Durante el operativo que llevó a su captura, se incautaron teléfonos móviles, dinero en efectivo, joyas y relojes de alto valor. Gregorini será trasladado a Bogotá, donde se espera que comiencen los trámites de extradición a Italia.
El fiscal de Milán, Marcello Viola, calificó la detención como un golpe estratégico contra el crimen organizado transnacional, mientras que el director de la Policía Nacional de Colombia, general Carlos Fernando Triana, destacó la importancia de la cooperación internacional en la captura del capo.
